Santo Domingo de Guzmán: Sonsonate
Este destino en la zona occidental del país te atrapa con su idiosincrasia, su herencia indígena y su enorme cascada El Escuco.
Una pequeña caminata de medio kilómetro, aproximadamente, entre verdes y coloridos paisajes te preparan para ver una asombrosa cascada de 80 metros de caída, solo estar frente a ella recibiendo el rocío es relajante, y más aún si decides darte un baño en su poza, cuya profundidad es de uno a cinco metros.
Y si eres amante de los deportes extremos y la adrenalina, aquí podrás practicar rappel de forma segura. Este destino te robará el aliento, ya que el ascenso se vuelve un desafío entre las cortinas de agua de la cascada, por las enormes piedras, el terreno resbaladizo y la vegetación.
Otro de los atractivos de la zona son los nahuablantes, donde al escucharlos hablar te transportan en el tiempo. El idioma náhuat se trasmite de generación en generación, y hay proyectos de enseñanza en las escuelas. El Escuco en náhuat significa: Agua que cae.
La alfarería es otra de las tradiciones que caracterizan la zona, entre los artículos más demandados están los comales, los utensilios de cocina y las artesanías en barro rojo, los cuales son trabajados de forma manual y en torno. Tú podrás llevarte bellos utensilios y artesanías.
Santo Domingo de Guzmán es un destino único e interesante, en donde la cultura, la tradición y la naturaleza te invitan a volver.